Desencuentros ( simplemente nuestra historia)

Desencuentros

(simplemente nuestra historia)

 

 

Sinrazón de tu ausencia que mi duelo provoca….

Desaliento que cierra mi alma sin piedad,

precipita mis dias en lágrimas que agotan

mis cascabeles en esta atroz eternidad.

 

Y al volver serenamente la pasión de tus ojos

desenvuelven despacio mi piel , y ahí no estoy.

Me he quedado perdida fatalmente en el oro

de doradas sirenas que remedan tu sol.

 

Se me fugan tus besos de la piel, se me escapan,

y se marchan con ellos, uno a uno, el temblor,

y la furia perdida, la risa desbocada

que corrió por mi cuerpo sembrándome tu amor.

 

…Y es cuando tu amor vuelve, justo para la bruma,

a rescatar tus besos y anular mi dolor.

Entenderás por qué la roca es sólo espuma,

y es tarde, demasiado, pues ya en camino voy.

 

Peregrina perpetua en busca de la gloria

de volver a encontrarte, hoy soy, y sin piedad

me arrojaré a los vientos, al abismo, a las sombras,

por si allí te recupero, algo antes del final.

 

Ah….me parece verte. Ay, entre remolinos!

Y así como tu juegas también juego a ser Dios,

como titiriteros alternamos los hilos,

sin piedad, sin mesura, del aliento al terror.

 

Desencanto y encanto de verme deshojada

por tus dedos de viento y tus ojos de sal,

anclada para siempre frente a la Roca oceánica,

confundida de viñas doradas al volar.

 

Pero a tan altos vuelos la mirada no alcanza,

y a través del océano no escucharás mi voz.

Hombre mío, y yo tuya, y no hay otra palabra

que en tanto desencuentro nos defina a los dos.

 

De qué sirven mis manos, mi sangre, mi memoria,

si aún estando en ellas no te puedo tocar

y en el furtivo grito, y en las silentes hordas

del recuerdo, tu ausencia es la fatal verdad.

 

Si estás y si no estás, por eso incomprensible,

e inevitablemente estoy, no estoy, sin más…

Rasgados, irresueltos, amantes, inasibles,

la vida y sus espantos nos beben sin piedad.